Enterrarse en catalán

El Ayuntamiento de Palma exigirá a los enterradores que hablen catalán.

Yo creía que una de las profesiones que requería menor manejo de la lengua, en el estricto sentido gramatical del vocablo, era el de cobrador de las cabinas de peaje de las autopistas.

Si todavía eres un "rara avis" que no tiene telepeaje y te niegas a pasar por las cabinas de pago automático porque te gusta que te atienda una persona, llegas a la cabina de pago y la conversación que te ofrece el empleado de turno viene siendo algo así como: "buenas" y "gracias". 

Ya está. Le has entendido todo. Tampoco necesitas mucho más, aunque, por el precio, bien podrías exigir que te hiciera un monólogo de Leo Harlem.

Pues bien, a raíz del titular de hoy, me he dado cuenta de que hay una profesión para la que se necesita todavía menos vocabulario que la del cobrador de los peajes:  la de enterrador.

En general, el asunto del entierro es un momento en que la peña no está para carajadas, exceptuando, si el entierro es multitudinario, en cuyo caso los del fondo están de chistes y cachondeo ajenos al dolor que embarga a los de la primera fila.

Y en esa primera fila, hay dos protagonistas; uno, el sujeto pasivo, o sea, el finado, que por razones inherentes a su estado, no dice ni pío y otro, el enterrador, que es un ser del que no se sabe si es mudo o incapaz de articular alguna palabra.

Cierto es que tampoco lo necesita para el desarrollo de su trabajo.

Pues bien, en un nuevo alarde de equilibrismo postmodernista, el ayuntamiento de Palma exige a los enterradores el dominio de la lengua catalana.

Supongo que será para cuando se cisquen en sus muertos por lo bajinis, por lo que han tenido que estudiar para echar cuatro ladrillos y dos cubos de cemento al nicho, puedan entender lo que rajan de ellos y así sancionarles suspendiéndoles de empleo y sueldo.

Esto de las Baleares se está poniendo muy mal, han empezado con los médicos y de ahí para abajo, café con leche para todos, incluídos los que no tienen que hablar.

¿Les exigirán también conocimiento del idioma a los mimos que están por las calles?

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Los "memes" y las memeces.

Los 'memes' sobre la gala del Met comparan a la 
actriz Sarah Jessica Parker con el Apóstol Santiago.

Desde que se ha inventado esto del internet ha surgido un nuevo y rico idioma, ininteligible para los no iniciados.

Cada día nos zapatean con una nueva palabra que nos deja sin capacidad de reacción. Fake news, Trolls, Hoaxes, Spam... y un largo etcétera que te hacen sentir un ser ignorante a la vez que carne de exclusión social. 

Una expresión, que ya no es tan actual, es la de "meme", que yo tenía para mí que venía de "memez", por los contenidos que se vierten en ellos.

Me he tomado la molestia de comprobar el origen de la expresión "meme" y resulta que lleva ya más de cuarenta años inventada, o sea, antes de que se inventasen las redes sociales. 

"Meme" viene a ser la mínima expresión que debería de tener un mensaje para que sea inteligible. Lo digo para que, quien no lo sepa, no se moleste en buscarlo, que ya lo he hecho yo por él.

Pues bien, yo me enroco en que, muchas veces, el "meme" en cuestión es una memez.

Para muestra, un botón; el titular de hoy que pretende confundir a la actriz Sarah Jessica Parker con nuestro insigne Santiago Apóstol; que guardan tanto parecido como Heidi y Carmen de Mairena.

Pero, ¿qué tendrá nuestro Santo Patrono para que sea tan frecuentemente vilipendiado?

No hay más que ver la variedad de fauna que, de forma inequívocamente farisea, a traición y por la espalda, se abraza a su figura, con beso incluido por parte de los más ignorantes y atrevidos; acciones a las que por razones obvias de movilidad, el Santo no se puede oponer.

También debe soportar ante su egregia figura, postureos católicos, por parte de reconocidos ateos, en oficios solemnes, así como legiones de guiris y gentes de otras raleas, que a lo único que van a la Catedral es a tomar fotos del Botafumeiro y cuando se detiene, aplaudir de forma grotesca dentro del templo y en medio de la misa, como si acabaran de ver a Pinito del Oro haciendo el triple salto de trapecio y bajándose a la red.

Menos mal que el Señor Santiago es de piedra y, por lo tanto, se hace muy complicado que pueda mover un solo músculo de la cara para mostrar su desaprobación, pero ante semejante tesitura, no me extrañaría nada que, en cualquier momento de cabreo, obrara milagro y bajara del altar mayor para empezar a repartir hostias, y no precisamente consagradas.

Merecidas están, ante tanta memez.

Una de chinos

Un chino roba 800 metros de una carretera para revender el cemento

Supongamos que sales un día de tu casa para ir a trabajar, y supongamos también que tu trabajo te exige tomar el coche para llegar a él. Pues bien, cuando te dispones a hacer el mismo recorrido que haces diariamente, va y desaparece la carretera que había ayer.

Se la llevó un chino.

Yo solamente conozco a los chinos de los bazares, los restaurantes y al del flan chino El Mandarín, aunque este no cuenta, y a decir verdad, son un tanto esmirriados.

Pero, vamos a ver, ¿cómo se puede llevar un chino una carretera?; además, profundizando en la noticia, lo hizo él solito, y, por si fuera poco, en una noche.

Lo de la nocturnidad, lo entiendo. Si llega a ser durante el día, probablemente algún conductor le hubiera arreado un guantazo antes de que se llevase un pedazo de carretera delante de su jeta con todo el morro.

Lo que no me entra en la cabeza es que despachara el asunto en una sola noche.

Hombre, el chino por naturaleza es muy currante de Dios, pero ya tuvo que aplicarse de carajo para llevarse casi un kilómetro de carretera al hombro en solamente unas horas.

A este hombre hay que darle la medalla al mérito del trabajo.

Ahora bien, si difícil es mangar una carretera, más difícil será venderla después.

El chino no puede ir por ahí con ella debajo de la gabardina como si fueran relojes de oro de contrabando, ofreciéndosela a todo quisqui.

Tampoco veo a la carretera expuesta en el escaparate de un bazar chino, más que nada porque se les saldría por los lados.

O sea que, al Fú-Manchú de turno, no le va a quedar más remedio que ponerlo en internet en "Segunda Mano" y ahí ya lo va a pillar la poli y se acabó el compás.

Visto lo visto, habrá que evitar por todos los medios que se reúnan cinco o seis como éste pues, si se ponen de acuerdo, el Puente Pasaje en un fin de semana aparece en Shanghái y tendremos que cruzar la ría a nado para entrar en Coruña.

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Alcaldes iluminados

El alcalde de Zaragoza pide «desmilitarizar» la Academia General Militar

Después entraremos al tema, pero el titular pide un trabalenguas. 

La Academia Militar está militarizada, ¿quién la desmilitarizará?, el desmilitarizador, que la desmilitarice, buen desmilitarizador será. 

¡ Hala, ya me cumplí el capricho !

Después de esta pequeña boutade, vamos al lío:

La lumbrera de turno, en esta ocasión el regidor de Zaragoza, una de las principales capitales españolas, salta a la palestra despachándose con una ocurrencia de tremendo valor intelectual; ni más ni menos que pide que se desmilitarice la Academia militar ubicada en el ayuntamiento cuya corporación, de forma ocasional, casual y transitoria, preside.

Ultimamente parece que todo lo que huela a centenario haya que cargárselo, por el simple hecho de ser "antiguo", emulando a los más aplicados talibanes afganos; pero dejando esto de lado, lo mollar de la cuestión radica en la genial idea del "catedrático" que la propone.

Esto viene a ser como si pretendiésemos convertir un convento de Carmelitas descalzas en un sórdido puticlub, sin ánimo lascivo y simplemente en aras a desconventualizar un convento, haciendo un escorzo de postmodernismo, transversalidad y progresía de salón con el único fin de intentar joder -en el sentido figurado de la palabra-  y, de paso,  salir en la foto y desprenderse de los lodos que ahogan la indigencia cultural y la ausencia de criterio de ciertos individuos.

Ya hubo -desconozco si insisten en el tema todavía- mentes privilegiadas que pretendían convertir la extraordinaria catedral gótica de Barcelona en otra cosa más próxima a no sé qué esquizofrénicas tendencias que recogen frustraciones, traumas y taras personales de representantes públicos y sus correspondientes palmeros y acólitos.

Pues bien, esto de Zaragoza tiene su aquel; en primer lugar, para satisfacer al excelentísimo señor alcalde, se me ocurre tirar a todos los alumnos y sus respectivos mandos al río Ebro; malo será que, bajo la protección del manto de la Virgen del Pilar, se nos ahoguen y queden como mártires para escozor de los liantes.

A continuación, las instalaciones se pondrán a disposición de okupas maños y foráneos mediante concurso público por concurrencia competitiva de idoneidad publicado en el Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza (hay que ser transparentes).

El armamento que hubiere en las instalaciones, sería donado a ETA, para que haga más bulto cuando dentro de varios siglos decidan entregar las armas definitivamente; en su lugar, en los armeros vacíos  se colocarían macetas con geranios por si algún día surge algún conflicto bélico en el que nos veamos obligados a intervenir o simplemente defendernos, podamos recibir al enemigo echándoles pétalos de flores a ver si se acojonan y se dan la vuelta.

Como bien dice el alcalde, una ciudad militarizada es más insegura. Procedamos, pues.

Don´t worry, be happy.