sábado, 23 de marzo de 2019

Eyaculaciones notificadas


EE.UU plantea que los hombres comuniquen a las autoridades cada vez que eyaculen




Esto es un no parar.

Cada titular de prensa supera al anterior y el de hoy, además, es para nota.

En principio se trata de que cuando estás en lo más interesante del asunto, tienes que perder la concentración pensando en comunicar el dato a las autoridades competentes.

Pero, ¿quién va a llevar el control de todo este follón, la policía, la guardia civil?, bueno, la guardia civil no, que allí no hay de eso.

Yo no sé si alguien se puede imaginar la escena:
  • Buenas, ¿es la comisaría?; soy Paul Smith, ...sí, el mismo de ayer; apúnteme ahí que acabo de eyacular a las once y media...; en mi casa, sí.




¿Van a contar las eyaculaciones nocturnas inconscientes o habría que provocarlas con empeño y esmero para que conste como tal?

¿Cómo computaría el tema, haciéndolo solos o acompañados?

¿Las "precoces" desgravan?

A mí, a bote pronto, se me antoja cierta complejidad a la hora de recoger estos datos.

Hay unas edades, más bien ligadas a la adolescencia, en las que la testosterona va de aquella manera; en esos casos tal vez procedería instalarle al joven un contador, como los del gas, para que fuera registrando sus frecuentes eyecciones, ya que en otro caso, no haría otra cosa que presentarse en comisaría cuatro o cinco veces al día para comunicar el fruto de sus excesos hormonales, con el consiguiente cabreo de los funcionarios de guardia a la hora de redactar el informe detallado del acto.




Y, a todo esto, qué coño le importa a Donald Trump la de veces que salgan a pasear los espermatozoides de los americanos.

Lo que tampoco aclaran es qué tipo de vigilancia se va a establecer para controlar este resbaladizo asunto.

Un día se te puede aparecer un señor debajo de la cama enseñándote la placa de "inspector de eyaculaciones" y habrá que creérselo, aunque tu pareja proclame el consabido "esto no es lo que parece".





No acostumbro a leer el resto de la noticia de los titulares que comento, pero he de confesar que en este caso voy a hacer una excepción, porque el asunto merece.

lunes, 18 de marzo de 2019

Examen para hipotecarse


Los hipotecados deberán superar un examen ante notario para poder acceder al préstamo






Éramos pocos y parió la abuela.

Por si ya no fuera tarea asaz compleja acceder a un préstamo hipotecario, ahora resulta que si consigues convencer al banco de que no eres un pobre paria y tienes serias intenciones de pagar las mensualidades, además tienes que aprobar un examen - ¡ante notario! - para que te condenen a esa cadena perpetua financiera a la que te vas a atar hasta que la muerte os separe.

Y, digo yo, ¿cuál es el temario que tienes que preparar?

¿Cuánto tiempo te dan para estudiar y en dónde imparten las clases?

Ya me veo yo a la parejita preparando tests y haciendo conjeturas acerca de las preguntas que van a caer.







También jugará un papel importante el notario que te examine. 

Don Miguel es muy duro..., don Gregorio da notas altas..., será objeto de comentarios para valorar las posibilidades que tienes de aprobar en función del notario que te toque.

¿Habrá que sacar nota para que te rebajen las comisiones, el tipo de interés y la minuta del examinador, o bastará con sacar aprobado raspado?

A todo esto, quienes suspendan en junio supongo que tendrán posibilidad de presentarse en septiembre.




Pero bueno, aquellos que no se consideren suficientemente preparados para superar el examen, creo que podrían recurrir a enviarle un jamón al examinador, como se hacía antaño obteniendo excelentes resultados y que provocaba que muchos cerdos anduviesen a tres patas.

Eso sí, ahora los paladares se han vuelto más exigentes y el jamón va a tener que ser de 5 jotas para que surta efecto la petición y, al final, puedas enterrarte de por vida en la preciada hipoteca sin haber estudiado para el examen.




¡ Para mear y no echar gota !

Este no es mi Juan


Se confunden de cadáver y lo descubren poco antes del velatorio en Fornelos


Esto de las confusiones es un tema muy manido entre los mortales.

El ser humano, no sé porqué, es muy dado a confundirse, curiosamente la mayoría de las veces a su favor.

Contra los frecuentes casos de quien llega tarde al trabajo disculpándose por que se confundió de hora, no se conocen muchos otros en los que el empleado se encuentre una hora antes en la puerta por el mismo motivo.






Generalmente, cuando la confusión es en los cambios de moneda tras un pago, casi siempre te devuelven "de menos" y raramente de más.

También existen las confusiones, digamos menores, en las que pides en una hamburguesería una "Big" y te traen unas arandelas de cebolla frita no aptas para el consumo de los que ya peinamos canas.







Recuerdo la primera -y única- vez que las metí en la boca creyendo que eran calamares rebozados.

Me echaron del establecimiento por decir tacos.

Sin comentarios.

Estos casos de despiste cotidianos, son fácilmente subsanables y no tienen más trascendencia que una pequeña aclaración.
 
El problema surge cuando la confusión gira en torno a un cadáver.

Aquí el asunto es mucho más serio.







Resulta que con todo lo que tienes encima, llegas al tanatorio, destapan la tapa del féretro para mostrar al finado a los que vengan a darte el pésame y a acompañarte en el sentimiento, y en vez de encontraros a tu pariente, aparece allí un señor de Burgos que no conoces de nada, en principio muerto también; bueno, peor sería que estuviera vivo.

El error no cuela salvo que tuviesen cierto parecido, en cuyo caso ya sobrevendrían los típicos comentarios de "no parece él" o "no va muy cambiado".

No parece él, porque no es él.

Tienes que ponerte a buscar por el resto de salas del tanatorio para localizar en donde te han dejado el tuyo y proceder al cambio, como quien cambia un sofá de habitación, pero en medio del revuelo y murmullo que se haya formado ya en el local.






Un follón.

Hago desde aquí un llamamiento para que los señores responsables del manejo de nuestros cadáveres, pongan más sentido en el tema que los dependientes del Burger citado, ya que estamos hablando de cosas serias, no de hamburguesas ni arandelas raras, e intenten colocar a cada mochuelo en su olivo sin confundirse, ni de mochuelo, ni de olivo.

No es tan difícil.