domingo, 13 de septiembre de 2020

Titulares confusos

 

Todos los concejales, salvo él mismo y su número dos, reclaman la dimisión de Jácome.


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Hay titulares en los que los periodistas no se esmeran en demasía.

En la prensa de hoy podemos ver un claro ejemplo.

Resulta que en el consistorio de la ciudad de Las Burgas, las aguas, además de muy calientes, corren más turbulentas que en la famosa canción de Simon & Garfunkel.





El cuestionado primer edil, está siendo objeto de una operación de acoso y derribo en toda regla.

Desconozco -y he de confesar que me importa un comino- los motivos por los que la oposición quiere enviar al señor alcalde a tomar por donde se empiezan los cestos así como el desenlace final que tendrá el culebrón.

Lo que sí me parece digno de mención es el titular que señala que todos los concejales reclaman su dimisión, pero él no.

Pero a ver, manzanillo, ¿cómo va a ser posible que un político reclame su propia dimisión?

Que no lo haga su número dos, salvo que descienda de Bruto, tiene un pase, pero que el concernido e implicado en su propia caída vote en su contra, sería para escribir en los anales de la historia como paradigma de idiocia.






A lo mejor habría que haberle dado un poco más al magín para publicar un titular menos retorcido y sujeto a mofa, que para eso hemos estudiado periodismo.

Cambiando de país y periódico y pasando de la forma al fondo, tampoco es moco de pavo el suceso que nos traslada la prensa nórdica.

Tanto así, que necesariamente tengo que mencionarla hoy también.


Una turista colabora en la búsqueda por su  propia desaparición en Islandia  







Este tipo de colaboraciones espontáneas con la policía suelen ocurrir, lamentablemente en casos de trágicas consecuencias, siendo protagonista el asesino en su afán por despistar a los investigadores, aunque, por fortuna, no es el caso de la turista.

Cierto es que en los tiempos que corren se producen, en más casos de los deseados, algunas crisis de identidad con mejor o peor solución.

No hay más que otear el panorama político en el que no faltan personajes a quienes se puede aplicar sin duda el dicho popular de "prometo y prometo hasta que meto y, cuando he metido, se me olvida lo prometido".

Viene a colación de aquellos que alcanzan un escaño por haber ido en la lista ganadora de su correspondiente partido y una vez apoltronado en el mismo, le dicen al partido que los llevó hasta allí "si te he visto fue en Toledo".






No obstante, obviando el ejemplo político, no conocía casos tan flagrantes de desdoble de personalidad como el que nos trae el titular de hoy en el que nos hablan de una turista que se puso a buscarse a sí misma, previa su propia desaparición; o sea, para nota.

Quiero pensar que los islandeses, a los que se sumó la propia interfecta, no llevarían en la mano la fotografía de la desaparecida, dado que, en otro caso, habría que encarcelarlos por ineptos.






Ahora bien, si no llevaban la fotografía, ¿cómo sabían a quién tenían que buscar?

Y la desaparecida ¿qué hacía buscándose a sí misma?

Pues, lo dicho, o crisis identitaria o consumo desmedido de sustancias psicotrópicas, que también hay cierta tendencia a hacerlo.






Aunque pudiera ser que quizás la fenómena tenga una empanada del quince, que sería lo menos malo y lo más probable.

Creo que el feliz y esperpéntico desenlace tuvo lugar pasadas 24 horas cuando investigadores y desaparecida, se miraron y llegaron a la conclusión de que estaban juntos y revueltos y ella era ella.

No me quiero imaginar las caras de los protagonistas ante semejante situación.

1 comentario:

Silvia Larrosa Pan dijo...

Parece un chiste. No podía pensar que esos nórdicos tuviesen tamaño sentido del humor