martes, 14 de septiembre de 2021

Postureos

 


El Colegio de Médicos de A Coruña respalda las peticiones de más personal para Atención Primaria.







Me encanta -es ironía- la profusión de manifestaciones por parte de diferentes órganos, estamentos o agentes sociales, a través de sus más lúcidos y locuaces representantes, en orden a hacernos creer que están por la labor de solucionar los problemas de los que, desafortunadamente, somos población "de infantería" o "carne de cañón", como se prefiera denominarnos.

El escandaloso asunto del precio de la "luz", ya nos lo arregló el presidente del gobierno asegurándonos y comprometiéndose -como tantas otras veces hizo- a que pagaremos lo mismo que antes. Tremenda y precisa manifestación que ha dejado tranquila y relajada a la mayoría de la población de nuestro país que, por hacer algo, se consuela con análisis políticos que nos llevan a conclusiones de que todo esto proviene de tiempos pretéritos y, cómo no, a causa del partido de la oposición que se tratase en el momento que el contertulio prefiera para acomodo y justificación de su ideología.




Lamentablemente seguimos instalados confortablemente en el "...y tú más", como principal aporte de desarrollo intelectual a las discusiones políticas, que tan magras soluciones proporciona al desaguisado político-social-económico coyuntural que lamentablemente se está convirtiendo, si no lo ha hecho ya, en estructural.

Entretanto, te vuelves loco poniendo lavadoras de madrugada, calentando el agua para el café en un infiernillo y por supuesto, sin planchar una sola prenda de ropa, aunque esto último se va sobrellevando ya que en las bragas y calzoncillos, como que no se nota mucho si no las vas enseñando por ahí y en el resto del vestuario, volvemos a la moda de "la arruga es bella" de Adolfo Domínguez ya que, por otra parte, el amplio colectivo de estudiantes y emancipados de diferente pelaje o jaez, no se ha distinguido nunca por su devoción por la plancha; por tanto, aquí no pasa nada y que la luz siga subiendo lo que Dios tenga a bien.






Si atendemos a otros juegos florales o fuegos de artificio en boga, nos encontramos con la aseveración de que la subida del salario mínimo es inmediata, como han aireado al alimón y a bombo y platillo nuestro imperturbable presidente y nuestra ínclita ministra y vicepresidenta -quien por cierto, nunca más gorda la vio- aunque últimamente, vicepresidente, o vicepresidenta, o vicepresidento, es cualquiera; si bien aclaran con la boca pequeña, que la "inmediatez" de la subida que propugnan la fían a dentro de unos meses...

Vamos a ver, payasos, inmediatez es cuando te cortan la luz por no haberla pagado, o cuando el banco te devuelve un recibo por falta de saldo; es decir, veinticuatro horas, no meses.

Está claro que la baza que juegan nuestros desafortunados y desacreditados políticos es la amnesia que provoca el paso del tiempo y el atrofiamiento al que nos están sometiendo siguiendo dictados de primero de sociología extraídos del tema "manipulación de masas". Nos quedarían, en último caso, las hemerotecas para intentar ruborizar a todos aquellos que siguen fielmente el certero chascarrillo "prometo y prometo, hasta que la meto; y cuando la he metido, me olvido de lo prometido", quienes en su indisimulado descaro, disfrutan de la complicidad de amigos dermatólogos y cirujanos plásticos que han conseguido conservarles el aspecto porcelánico de sus rostros y sonrisas fingidas, pase lo que pase y digan lo que digan; con lo cual las hemerotecas se las pasan por allí e incluso se atreven a matizarlas o discutirlas.






Por otra parte, los sindicatos, siguen a su rollo de comer gambas y langostinos (lo dice la prensa, no lo digo yo), pero con independencia de su dieta alimenticia, que si es a cargo de su pecunio o con el dinero de sus afiliados no tengo nada que objetar, han conseguido elevar a los altares a los sindicalistas de hace medio siglo; sí, con Franco, que eran tiempos asaz complicados para pegarse -literalmente- en las calles para obtener mejoras sociales en favor de los currantes que en aquel entonces éramos.





Pues dicho todo esto, que viene a colación del titular de hoy cuya obviedad me ha llamado la atención y me ha dado pie a esta parrafada, solamente me resta añadir que los señores representantes del Colegio Médico no se han herniado precisamente apoyando a sus propios colegiados en su precariedad laboral; si no los apoya el Colegio Médico, quién los va a apoyar, ¿el Colegio de Ingenieros de Minas?

Para mear y no echar gota, y seguimos para bingo.

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