martes, 7 de febrero de 2023

Policía infiltrado

 

Cinco mujeres se querellan contra un policía infiltrado en el independentismo en Barcelona






De toda la vida de Nuestro Señor es sabido que hubo, hay y habrá espías de todo tipo y condición que están, precisamente, para espiar lo que les manden aun a riesgo de que los descubran y que les caigan las del pulpo y alguna más.

No es menos cierto que la filmografía al uso nos ha venido presentando dos tipos de espías bien diferenciados, los malos malísimos, siempre con cara de salir de un tanatorio y los otros, entre los que destaca el estereotipo de James Bond, que lo mismo disparaba con su icónica pistola con silenciador, que con la otra.





Pues bien, nuestro Agente OO7 patrio, castizo, al parecer se vio todas las películas de Sean Connery y tomó buena nota de sus maneras. 

Con lo que no contaba el sufrido y exigido espía, era que se estaba beneficiando a aguerridas descendientes de Wifredo "el velloso", quienes al enterarse de su profesión y malévolas segundas intenciones (las primeras han quedado claras), han presentado las correspondientes denuncias, no fuera a ser que llegara a haber una mezcla de sangre española con la pura raza catalana a la que, al parecer, pertenecen las denunciantas que tienen el RH y el flequillo por bandera.





En sus alegaciones no hay pronunciamento alguno sobre el goce carnal que hayan podido tener ambas partes, por lo que cabe considerar que fuera satisfactoria. Dado el número de denuncias, más las que no han denunciado, parece que el espía hubiera trabajado a fondo y dado el éxito obtenido, tal vez con herramienta propia del famoso "Cipote de Archidona" que nuestro Nobel C.J. Cela narró con su ingenioso talento.
 



Las denuncias, básicamente, se sustentan en la identidad desconocida del transitorio o eventual amante, conforme al caso de cada relación; es decir, según ellas para meterse en la cama con más intenciones que las de dormir, hay que presentar un certificado de nacimiento, otro de empadronamiento, ambos compulsados, el libro de familia y dos nóminas, con el D.N.I. entre los dientes, por supuesto.







Y yo que pensaba, inocente de mí, que con el "sí es sí" ya estaba todo arreglado y resulta que hay que aportar más documentación para echar un quiqui que para que te concedan una hipoteca en el banco. 

A este paso, en cualquier momento exigen avalistas (y no quiero dar pistas)

En cualquier caso, el policía podría pasar a la historia como ya en su momento lo hizo la renombrada Mata-Hari, quien, con similares métodos, se pasó por el cepillo a un número indeterminado de espiados hasta el punto de lograr fama universal.



6 comentarios:

José A. Cachafeiro dijo...

Cierto que este policia debe de tener buena preparación profesional, además de un arma de "grueso calibre" pero lo que le sobra es valor para aguantar los malos olores de debian desprender las damas satisfechas

Juancar dijo...

Buff, una vez más las arenas movedizas de "las infiltraciones", hay tener mucho cuidado donde se infiltra uno.

José María Ares Sarceda dijo...

sin duda

José María Ares Sarceda dijo...

pues sí, de alguna se comentaba que desprendía olor corporal por el sobaquillo

Silvia Larrosa Pan dijo...

No saben que hacer para aparecer en los medios. Hacía mucho tiempo que no se hablaba de ellos, quiero decir catalanes.
Qué pena que no las dejó exhaustas y que duran una temporadita!!

Silvia Larrosa Pan dijo...

Quise decir que duerman a