lunes, 4 de septiembre de 2017

Peregrinos extraviados.



Cada vez más peregrinos se extravían entre Fisterra y Muxía



El peregrino es una raza de andar mucho derecho.

De hecho, rara vez se ha visto alguno haciendo eses.

Pillan camino donde les apetece, apuntan hacia Santiago... y todo p'alante hasta que tropiezan con la Catedral.

El problema surge cuando se salen del guión.

O sea, que pasan de Santiago y se meten en fonduras; es decir, en la Costa da Morte.

Ahí son palabras mayores.

En llegando a Fisterra, no vale el tirar en línea recta ya que muy probablemente, si no te detienes antes,  terminarás por despeñarte o, si eres un David Meca de la vida, acabarás en las costas de Inglaterra varios días después, un tanto mojado y cansado; eso, en el hipotético caso de que por el camino no te haya papado un congrio, que es lo más probable.








El peregrino que vaya por ese litoral, debería de haber visto de pequeño "Barrio Sésamo", así dominaría  aquello de arriba-abajo, izquierda-derecha y no se perdería con tanta facilidad.

Señor peregrino:  si está usted en un acantilado, recuerde que, a un lado está el mar y en el contrario, la tierra. 








Según lo comentado anteriormente, si tira para el mar, lo tiene crudo.

Por lo tanto, blanco y en botella, tire usted hacia el lado contrario al mar, es decir, la tierra; allí encontrará alguna casa, paisano o vaca a quien poder preguntar por donde se vuelve a Santiago; al fin y al cabo, Galicia no es Castilla y cada cuatro metros hay una casa, una vaca o un paisano, dispuesto a indicarle el camino de regreso.







Estos peregrinos...

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