viernes, 13 de octubre de 2017

Escalando a la ermita






La ermita de Santa Comba acumula más de cuatro años sin accesos

Trepar por una cuerda con marea baja es la única forma de subir al islote





De todos es sabido que las ermitas están situadas siempre en casa dios, nunca mejor dicho.

Para ir a ver al santo o santa de turno hay que pegarse una caminata, habitualmente cuesta arriba, que te dejas los gemelos, las rodillas y los juanetes hechos unos zorros.

No te los arregla ni el santo.

Además, los santos son especialistas; otorrinolaringología, oftalmología, dermatología, son algunas de sus especialidades.

Así que no le pidas a San Blas, por ejemplo, que te alivie los juanetes o el menisco.






San Blas va de otorrino y lo de los juanetes creo que le toca a San Estanislao.

De todos modos, eso mejor te lo tratas, de forma más terrenal y eficaz, con el componedor de la zona de más fama para esas dolencias; que, al fin y al cabo, estos señores son como santos pero te hablan y todo y solamente te cobran "la voluntad".

Volviendo a los pobres santos ermitaños, estos están todo el año más solos que Simón, habida cuenta de las dificultades que entraña su visita, de ahí que habitualmente se les visite una vez al año y van que se esparran.






Tengo curiosidad por conocer si los devotos de Santa Comba están realizando esa visita anual. 

Me temo lo peor.

Considerando que la población devota suele ser gente más bien algo mayor y con achaques de todo tipo, no veo yo a los fieles trepando por una cuerda y con las olas abajo amenazando por si el jubilado resbala, papárselo y ponerlo a disposición del primer congrio que pase por allí.






Creo que, si no se arregla lo de los accesos, la pobre santa se nos va a quedar solateras como el Conde de Montecristo en la isla de If.

Hasta la barba le va a crecer, y sino, al tiempo.




No hay comentarios: