Un peatón invadió la calzada de la N-540 y acabó impactando contra un coche
Una vez más hay que hablar de sucesos "impactantes".
No por la trascendencia, sino porque hay impacto puro y duro.
Choque, vamos.
Hay dichos ciertos como "los pájaros se tiran a las escopetas", o "las sillas se suben a las mesas".
Bueno, pues esto es lo mismo.
O sea, va un peatón, digamos a 3 o 5 Km. por hora, transitando por una carretera y viene un vehículo, supongamos que a 60 Km/hora, o más, y resulta que el peatón impacta contra el coche.
Esto es un desafío a la más elementales leyes de la Física.
Se levanta Einstein y la palma otra vez.
Cuando el humano intentase echarse sobre el automóvil este ya estaría en el siguiente pueblo con su conductor tomándose una caña.
Y el cliente, con los dientes clavados en la carretera.
Viene a ser como si cuando un meteorito cae sobre la Tierra, dijéramos que la Tierra impactó contra un meteorito.
El mundo al revés.
Aunque el titular podría ser cierto.
Para ello tendría que cumplirse únicamente el requisito de que el coche estuviese parado en medio de la N-540, cosa improbable dado el tráfico que registra, y el viandante en cuestión hubiese embestido contra él.
Con, o sin intención.
Eso no lo aclara el redactor en su titular.
Eso no lo aclara el redactor en su titular.