miércoles, 18 de octubre de 2017

Tremenda bacteria

 

Precintan la playa de Laño y recomiendan no bañarse por una bacteria en el agua


¡ La madre que la parió !

¡ Pedazo bacteria !






¿Cómo será ese bicho para que no se pueda bañar la gente en la playa?

Se me viene a la cabeza la película de Tiburón, pero en ella todavía andaba el personal entre que si sí, y que si no. Que si era peligroso o que no lo era.

Hasta que se papó crudo al primer paisano, claro.





Pues aquí, como se confíen y se salten la prohibición policial, va a pasar lo mismo.

Se va a meter un incauto de turista en el agua, va a venir la bacteria, y ... ¡ p'a dentro !

Las bacterias es lo que tienen.

Se tiran a todo lo que hay y les sirve cualquier cosa.

No distinguen entre un canijo de un jockey y un luchador de sumo.

Ellas van, abren la boca y se acabó el compás; un turista menos.

Los autóctonos nos vamos salvando puesto que ya sabemos distinguir entre las aguas a los diferentes enemigos que nos acechan y calibrar su graduación en cuanto a la gravedad de sus picaduras.





No es lo mismo que te pique una "faneca brava" que una medusa, ni que te roces con un jurel que con un tiburón.

Ahora bien, si se te aproxima la bacteria de la playa de Laño... ¡ ojo !; ahí ya no hay nada que hacer.

Salir corriendo, o nadando, y después hacerle una foto para colgarla del Facebook.

Si no la haces, no eres nadie, ni en el Facebook, ni en ningún otro sitio, porque quiere decir que te ha papado en el intento.

Por cierto, ¿cómo estará a la parrilla, vuelta y vuelta, con un poquito de sal, ajo y perejil?



2 comentarios:

Silvia Larrosa Pan dijo...

Mejor sin ajo, me sienta mal. Cuando la consigas avisame que me apunto a la barbacoa.

José María Ares Sarceda dijo...

Si le ponemos ajo, igual se lo come.