Cositas del SERGAS

 

Oleiros denuncia que un médico de Santa Cruz debe atender todas las incidencias

El Sergas indica que la asistencia sanitaria está garantizada en todo momento

No puedo asegurar que el contenido del titular sea cierto, lo que sí constato es la veracidad del subtítulo; me explico: no me cabe la menor duda de que la asistencia sanitaria esté garantizada, sin embargo hay un pequeño detalle que obvian y que es ¿cuándo y cómo se produce la asistencia?

Si tienes la mala suerte de que te salgan "cosas" en el recto -orto, como gustan denominarle los argentinos- apareciendo "allí" de un día para otro sin previo aviso feroces hemorroides, o almorranas siendo más prosaico; y si no te resignas a que te quede el culo como a un mandril, vas y llamas a tu Centro de Salud.

No quisiera parecer escatológico, pero la escena lo requiere:  el doctor telefónico te llama y tú le vas explicando al otro lado del hilo qué es lo que te parece que tienes por ahí, bulto arriba, bulto abajo; centímetro arriba, centímetro abajo. 

Le adviertes sobre la posibilidad de que pueda existir una fisura porque te duele con avaricia, tú que ya eres experto en prediagnósticos, y el facultativo en cuestión no puede pronunciarse sin hacer una exploración o remitirte a un proctólogo.

Al final, le propones ponerte una pomada de esas que anuncian por la tele, a lo que asiente y en su indudable afán de sanarte, te advierte antes de despedirse sobre que si no da resultado lo de las pomadas, habrá que operar, cuestión que ya temías e intuías dentro de tu ignorancia.

Miren, así soy médico yo también.

Como quiera que la historia se repite, me viene a la memoria un comentario que circulaba por Lugo a mediados del pasado siglo, que explicaba cómo un médico generalista de más que dudosa competencia, ante su desconocimiento sobre la materia, tenía la habilidad de remitir a los especialistas de turno a cuanto doliente llegaba a su consulta, consecuentemente contaba con gran predicamento ante sus pacientes, al punto de que había más de un agradecido que afirmaba que este galeno le había salvado la vida por haberle remitido, en tiempo y forma, a quien en realidad le había curado, otorgándole la autoría de la sanación al cuestionado facultativo.

Circulaba la leyenda que aseguraba que el Colegio Médico, conocedor de su incompetencia, le había autorizado, bajo amenaza de expulsión, a recetar solamente Aspirina, ante el temor de que lo recetado produjera daños irreparables en los pacientes. 

Retomando el tema de hoy, a mi médico de familia y sanitarios en general, tengo que otorgarles un diez a todos; para el SERGAS, y gobierno que lo desgobierna, un cero.

Dejaré para otro día que me encuentre mejor del culo y de humor, comentarios de mis gestiones para citas de consultas y pruebas en el Canalejo (aclaro para exquisitos, sin que pueda parecer prepotencia, que al hospital, y en general a las cosas, les llamo como me da la gana).