A CORUÑA
Tres cruceros dejarán 7.500 turistas en la ciudad durante el fin de semana
7.500 turistas son muchos turistas de Dios.
Es como si soltaran a todos los habitantes de Ribadeo, y alguno más, por los Cantones, pero en este caso se distinguen fácilmente de los autóctonos por venir disfrazados con playeras, bermudas y unas camisas y sombreros que hacen daño a la vista.
Eso sí, colorados como la madre que los parió, de tanto tomar el sol full time a bordo del barco.
Yo siempre me he preguntado si en los países anglosajones y nórdicos no conocen la existencia de las cremas protectoras, pero ese no es el objeto de esta publicación.
Retomando el tema, aunque el titular reza que los han dejado, cabe pensar que volverán a recogerlos en algún momento; es decir, no los van a abandonar aquí a su suerte.
El turista es un bicho que, una vez que agota el dinero y el límite de sus tarjetas, no tiene utilidad, no sirve para nada.
Habitualmente, casi no se le entiende lo que habla y para trabajar, básicamente no sirve dado que las pintas de trabajador, la verdad, no le ayudan.
Lo del idioma es otra historia.
A mí, que únicamente entiendo en inglés aquello de "royamenin kindon, uan poin", que lo dicen en el Eurovisión ese todos los años, se me hace imposible entender a toda esta gente que lo único que hace es decir, lo mejor que pueden y con acento vikingo, que aquí se come muy bien y que llueve mucho.
Pues vaya descubrimiento. Ambas cosas ya las conocíamos desde hace tiempo y no hacía falta que nos lo recordara nadie.
Lo de comer es indiscutible, si bien tiene que ver con el presupuesto y posibles de cada quien.
No puedes aspirar a jalarte medio kilo de camarones, cuarto de percebes y pan para dos, más una botella de albariño, si vas con cinco euros en el bolsillo.
Ya no te dejan entrar en el restaurante.
Y, sobre el tiempo, nunca llueve a gusto de todos; mientras unos pregonan que la lluvia es arte, otros juran en arameo cada vez que caen unas gotas.
Pues bien, lo dicho, los cruceros que los han dejado en el puerto, que hagan el favor de pasar a recogerlos en el mismo sitio pasado un tiempo prudencial y que traigan a otros nuevos con libras y dólares fresquitos.
Se está constatando que en alguna que otra Comunidad les molestan los turistas; por aquí no hay duda de que van a ser bienvenidos; aunque sean muchos y vengan todos juntos.
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