La policía detiene a un lugués que se hizo pasar por muerto durante cinco años
Pues ya son ganas de estar tumbado.
La gente se hace el muerto cuando está nadando -mejor en el mar que en el río, porque se flota más- y muchísimos más también cuando le llega el turno de pagar la ronda con los colegas en el bar del barrio.
Conozco a alguno que cuando le toca pagar, entra en estado cataléptico. Cierto es que se recupera de forma inmediata cuando el colega más generoso, ante la inacción de este, pone la pasta sobre el mostrador y el "muerto" circunstancial se ve liberado del pago y resucita.
En ese momento queda preparado para repetir el ciclo para la próxima ronda. Y así sucesivamente toda la vida.
También hay personal muerto, pero en "estado zombie"; que es otra forma de estar palmao, pero de aquella manera tan cinematográfica.
De esta especie podemos encontrar un montón, sin esforzarnos demasiado, en dependencias de algunos organismos de cualquier localidad, incluída la nuestra.
De hecho, si no estuvieran jugando en el ordenador -como presencié yo en persona- pasarían por cadáveres simples en vez de zombies; pero el movimiento del dedo índice en el ratón del ordenador para atender al Facebook les delata.
¿Qué es lo que puede llevar a un cristiano de Lugo a hacerse el muerto durante un lustro?
Podría obedecer a múltiples razones, pero las ventajas, no nos engañemos, son enormes.
De entrada, ya no tienes que currar -si es que tienes curro, claro- y así de paso, no aguantas al jefe ni a aquel compañero imbécil a quien siempre quisiste perder de vista.
Tema muy importante es bajar la basura. ¿Quién es capaz de imaginarse cinco años sin
tener que bajar la basura?.
Y cinco años sin hacer la declaración de la renta, ¿eh?, ¿cómo te quedas?.
¿Cómo podrían ser cinco años sin ver Telediarios, sin ver "Sálvame" y, sobre todo, sin pagar la luz, el agua, la contribución o el alquiler, el gas, el teléfono, la gasolina...?.
Inimaginable.
¿Y 260 semanas sin suplementos dominicales del periódico?
Y, lo que es mejor, 260 semanas sin lunes, ¡alucinante!
Voy raudo a la Comisaría de Policía a ver si encuentro al pavo este para que me cuente como hay que hacer y ponerlo en práctica inmediatamente, antes de que lo juzguen y condenen por "hacerse el muerto".
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