domingo, 20 de enero de 2019

Qué frío...

Suben las temperaturas en Monforte: esta noche 4,8 grados bajo cero






He de confesar que de un tiempo a esta parte tengo la picha hecha un lío con algunos términos numéricos que no acierto a comprender muy bien.

Sin ir más lejos, en informes económicos se nos está hablando con frecuencia de "crecimiento negativo".

A ver, o creces, o encoges, esto lo sabe hasta el Tato; siendo un poco más técnico, o creces o decreces, ahora bien, "crecimiento negativo" es un eufemismo político-económico que intenta despistar semánticamente la evidencia de su realidad a ver si cuela, o al menos, si no cuela, suavizarla.







Otra lindeza gramatical omnipresente, en este caso perteneciente al campo del management, es la manida frase de "dar el 200%".  Si no hay más que 100, es metafísicamente imposible dar 200; o sea, vamos a quedarnos con "dar el 100%" como expresión de que lo ha dado todo.

Esto te lo aclara muy bien tu Banco cuando te llega un recibo de 110 euros y tienes solamente 100 en tu cuenta; te lo devuelve porque en ese caso tampoco creen en el 110%.

Popularmente se conoce por el dicho "de donde no hay, no se puede sacar".

De alguna manera podríamos asimilar esta tendencia aritmética al recurso literario definido como oxímoron, que esta mañana se me ha venido a la cabeza leyendo el titular sobre Monforte y su controvertida subida de temperatura.








Leer que han pasado la noche a 4.8 grados bajo cero y añadiendo que ha subido la temperatura, pues como que da que pensar, al menos de inicio, aunque en la comarca de Lemos me consta que ya están acostumbrados a interpretar los termómetros y las informaciones meteorológicas que se mueven bajo cero con indeseada frecuencia.

No es raro ver a los patos patinar -¿patinar vendrá de pato?- sobre la capa de hielo de cinco centímetros sobre el río Cabe y sin partirse las patas los patos y las patas (perdón por la paronomasia, pero lo tenía a huevo); y si la cosa gélida se prolonga, aprovechan el río para hacer campeonatos de patinaje artístico.







También es imagen habitual ver a los monfortinos a primera hora de la mañana ataviados como si fueran rusos siberianos, para evitar, si es que se puede evitar, que la helada les perjudique el cutis en estos crudos días de invierno, espantando a los pingüinos que pasean por la calle Cardenal; aunque siempre hay algún despistado que se olvida el pasamontañas y hay que aplicarle un soplete al llegar al trabajo para que empiece a funcionar con normalidad.








Y volviendo al titular, vamos a confiar en que esta "subida de temperatura" no afecte a la curación de los lacones y chorizos que tienen que estar listos, sí o sí, para el carnaval que se nos echa encima.




1 comentario:

Unknown dijo...

Coma sempre:!CHAPEAU!,